Ss saluda desde el balcón después de ser reelegida. Ve a su pueblo. Los cutrepolinos son especiales. Su simplicidad enternece. En una esquina, dos de ellos discuten y una anciana los interrumpe.
—Eres un cutre—dice Kvothe.
—No, el cutre eres tú—dice Oberyn.
—Tú más.
—No, tú más.
—¡Silencio! Aquí, por edad, la más cutre soy yo— dice Lady Val.
Un rayo cae del cielo y acaba con la millogenaria Lady Val.
Ss no puede evitar esbozar una sonrisa.
Entretanto, alguien se fabrica un punzón con bic cristal, que escribe normal, se acerca a Kvothe y sin mediar palabra, adiós Kvothe.
Ss carcajea.
Los cutrepolinos se alborotan. Son muchos y asustados. De repente, una espumadera voladora acierta en una cabeza. Antares, game over,
Ss llora de la risa.